Guia de uso de la crema anestesica TKTX, EMLA o LAMBDALINA 2025
Uso de las cremas anestésicas
Cómo aplicar correctamente las cremas anestésicas:
1. Limpia la zona a tratar con jabón neutro y sécala completamente.
2. Extiende una capa uniforme y espesa de crema en la piel. Para superficies pequeñas, utiliza entre 2 y 3 gramos; para áreas más grandes, aplica de 1 a 1,5 gramos por cada 10 cm² de piel.
3. Cubre la zona con film plástico o un vendaje oclusivo y deja actuar entre 1 y 1,5 horas, sin exceder las 2 horas. Para mucosas genitales, el tiempo recomendado es de 5 a 15 minutos.
4. Retira el vendaje y limpia la piel con toallitas húmedas antes de proceder con el tratamiento.
5. Nunca uses más de un envase por sesión.
Posibles efectos secundarios de las cremas anestésicas
Aunque son efectivas, estas cremas pueden provocar efectos adversos, como:
• Entumecimiento y dolores de cabeza.
• Irritación ocular si entra en contacto con los ojos.
• Reacciones cutáneas: enrojecimiento, picor, sensación de calor o ardor.
• Alteraciones sensoriales: visión borrosa, zumbidos en los oídos, cambios en el gusto.
• Alergias: desde erupciones leves hasta reacciones graves como choque anafiláctico, aunque son casos excepcionales.

En situaciones extremas, la absorción de estas sustancias puede afectar al torrente sanguíneo, causando efectos graves como arritmias, convulsiones o incluso el coma. Por ello, es fundamental informar al médico de los medicamentos que se están tomando.
Interacciones con medicamentos
El uso de cremas anestésicas puede verse afectado por diversos medicamentos que potencian sus efectos o aumentan los riesgos. A continuación, se listan las interacciones más comunes:
• Analgésicos: como el acetaminofén.
• Antimaláricos: cloroquina.
• Medicamentos para el ritmo cardíaco: como los antiarrítmicos.
• Nitratos: incluyendo nitroglicerina y nitroprusiato.
• Otros anestésicos locales: como la benzocaína.
• Antibióticos sulfonamidas: por ejemplo, sulfacetamida, sulfametoxazol y sulfasalazina.
• Anticonvulsivos: como el fenobarbital y la fenitoína.
• Medicamentos para enfermedades autoinmunes o inflamatorias: como dapsona.
• Quinina: utilizada en algunos casos para tratar el paludismo.
• Pomadas, cremas o aerosoles adicionales: que contengan anestésicos locales pueden aumentar el riesgo de sobredosis.
El uso simultáneo de estos medicamentos con cremas anestésicas puede incrementar los niveles de metahemoglobina, un trastorno que afecta la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno, lo que puede generar síntomas graves como falta de oxígeno en los tejidos, enrojecimiento de la piel e incluso problemas respiratorios.
Precauciones al usar cremas anestésicas
• Consulta médica: No utilices estas cremas sin asesoramiento profesional.
• Cantidad moderada: Aplica solo la dosis necesaria para evitar problemas.
• No usar en piel dañada: Evita su aplicación sobre irritaciones, cortes o quemaduras.
• Evita el calor: No expongas la zona tratada a fuentes de calor, ya que aumenta la absorción.
• Durante el embarazo: Estas cremas atraviesan la placenta y pueden afectar al feto.
Conservación de las cremas anestésicas
• Mantén fuera del alcance de los niños.
• Usa antes de la fecha de caducidad y deséchalas correctamente.
• No conservar a más de 30°C ni refrigerar.
Conclusión
Cuando se usan de forma adecuada y bajo supervisión médica, las cremas anestésicas pueden ser una herramienta valiosa para reducir molestias, especialmente en tratamientos como la depilación láser. Sin embargo, es crucial seguir las recomendaciones de uso y evitar la automedicación.